Don't be evil (and poor): el cambio de nuestra impresión hacia el Google de antes y el de ahora

Don't be evil (and poor): el cambio de nuestra impresión hacia el Google de antes y el de ahora
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Google ha cumplido 15 años recientemente, y muy pocas compañías basadas en la red pueden decir algo así. La misma compañía nos ha ofrecido una ventana al pasado para recordar cómo era el buscador en sus primeros años, pero durante todo este tiempo la compañía ha cambiado mucho. Ha pasado de ser un buscador eficiente a un conglomerado enorme de servicios que afectan la vida diaria de todo el mundo, directa o indirectamente.

Apartemos todas las cifras, gráficos, infografías e informes de la historia de Google. Aunque sólo sea por una vez. Fijémonos, en cambio, en cómo ha cambiado nuestra sensación hacia la compañía, y qué impresión tenemos ahora de ella después de todo ese tiempo. Porque desde luego, en ningún caso es la misma.

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h2. Los primeros años de Google: un "mesías" de internet

Google

Recuerdo perfectamente mi primer contacto con Google. Fue en casa de un amigo, con una conexión ADSL de 256 Kb (en aquél tiempo era lo más de lo más, permitía conectarse sin necesidad de bloquear la línea telefónica). Nos pusimos a buscar juegos compatibles con Mac OS 9 para poder probarlos en el nuevo iMac de primera generación que estábamos usando, y yo propuse utilizar el buscador al que estaba acostumbrado: Alltheweb. Pero mi amigo me dio a conocer Google, y no vi motivos por los cuales no utilizarlo.

Con el tiempo me acostumbré a usar más Google que Alltheweb, y la verdad es que no recuerdo muy bien los motivos. Quizás era más rápido, o la simplicidad de la página web me invitaba más a usarlo. El caso es que en cuestión de meses ya me había olvidado de cualquier alternativa: Google era eficiente, rápido y compatible con todos los navegadores de Windows y Mac OS de la época. En esos días la impresión de la compañía se reducía a la calidad de su buscador, y era muy buena.

La cosa siguió cuando, años más tarde, Google empezó a dar pasos adelante. Recuerdo también el nacimiento de Gmail, y cómo todos los internautas andábamos buscando una invitación como locos para poder crearnos una cuenta de correo. Un GB de espacio en la red, en ese entonces, era una bestialidad. Provocaba la misma reacción que más o menos ha provocado Flickr con su oferta de 1 TB gratuito para todos, el "esto no nos lo terminamos en años". Qué equivocados estábamos. En su primer aniversario año Gmail empezó a ir ofreciendo espacio gradualmente, y ahora mismo estamos por los 15 GB. Y servidor ya ha tenido que hacer purga de correos en su cuenta para liberar espacio.

Pero una vez más, nuestra impresión en aquél entonces de Google era muy positiva: ¿un buscador simple, rápido y eficiente combinado con un servicio de correo con un espacio prácticamente infinito, contribuciones al software libre y un eslogan donde se dice claramente que la compañía no quiere ser malvada como el resto de multinacionales? ¿Cómo podía mejorar esto? Fácil: Google Reader, Google News, Google Docs y finalmente, hace unos cinco años, Android.

h2. Todo cambia con la llegada de los smartphones y la pérdida de nuestra intimidad

google hugo barra android xiaomi

Fue en ese momento cuanto todo empezó a cambiar. Internet había cambiado para siempre, pasando por la era de los blogs y la web 2.0 hasta llegar a la conquista total de las redes sociales y los sistemas operativos móviles. Y con todo esto, justo cuando los internautas empezaban a comprender el poder real de la web y cómo podían influir incluso en los gobiernos, llegaron las primeras quejas acerca de la privacidad. Usuarios individuales, asociaciones, organismos de gobierno... todos empezaron a cuestionar cómo monetizaba Google sus servicios.

La compañía ha crecido hasta convertirse en una de las compañías más importantes de la historia. Gestiona Exabytes de información cada día. Y gran parte de esta información son datos privados de los usuarios que se usan para enfocar publicidad. Los usuarios lo vieron como un ataque a su intimidad, y empezaron a querer defenderse. La solución es fácil, simplemente tenías que dejar de usar los servicios de Google, pero está tan metido en nuestras vidas que eso es prácticamente imposible. El último ejemplo lo hemos comentado hoy, con la llegada de anuncios a las aplicaciones móviles de Gmail.

Es como una espada de doble filo: casi todo el mundo confía en Google para multitud de servicios, pero la sensación que tenemos hacia ella ha cambiado. Totalmente. Ya no es esa compañía que nos dejaba anonadados con sus ventajas frente a la competencia o frente a la simplicidad de su buscador. Ahora es una compañía cuyos servicios valen mucho, pero que miramos de reojo con cierta desconfianza porque nunca sabemos del cierto hasta dónde llegan sus brazos.

h2. La moraleja: pueden seguir teniendo ese eslogan, pero al fin y al cabo son una empresa

dinero flores billetes

Darle la espalda a Google ahora mismo pasa por abandonar el navegador Chrome, Google Search, Gmail, YouTube... ¿quién de los aquí presentes cambiaría de navegador, buscador, correo electrónico, servicio de vídeo, red social e incluso de smartphone? Muy pocos llegan a hacerlo. La compañía ya nos tiene bien cogidos. Y no digo que eso sea malo, simplemente hay que saber tenerlo en cuenta.

Porque hay una cosa que siempre prevalece: si queremos que una compañía deje de meter sus narices en nuestras actividades por la red, simplemente hay que dejar de utilizar sus servicios. Por un motivo o un otro, es entonces cuando la misma compañía cambia sus políticas para no perder lo que al fin y al cabo somos: clientes. De una empresa que a fin de año busca lo que todas las empresas: beneficios. Por muy open y anti-evil que sea.

Google ha cambiado mucho en quince años. Muchísimo. Muchas cosas para bien, y otras para mal. De nosotros dependerá la evolución de la compañía de ahora en adelante.

Imagen | epSos.de En Genbeta | Google, la reputación y la falsa sensación de seguridad de los usuarios

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