Cuando se cumple el décimo día de huelga, o más bien, de cierre patronal del sector del taxi en Madrid, que no ha aceptado la propuesta de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento, éste ha pasado a la acción presentando un texto al Gobierno de Ángel Garrido, que según informa El Confidencial, se trata de la última oferta que planean negociar.
Antes de repasar las medidas que integran el paquete en profundidad, sorprenden que, pese a parecerse a las que ayer aprobó el Govern de la Generalitat para Cataluña, son más duras. Además, el taxi de Madrid no propone una lista de modificaciones a la regulación existente, sino directamente una proposición de ley con texto articulado.
Una hora de precontratación y no circular en búsqueda de clientes
La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento ofrecieron una medida "innovadora", precontratación espacial de 300 metros frente a los 15 minutos de Cataluña. Sin embargo, los taxistas lo consideraron una "burla", y piden cuatro veces el tiempo establecido por la Generalitat (que los ayuntamientos pueden aumentar hasta una hora). En ese sentido, en la proposición de ley del taxi se establece la siguiente medida:
En el transporte de viajeros en la modalidad de arrendamiento de vehículos con conductor, se entiende que el servicio está contratado previamente cuando la solicitud por parte del usuario se efectúa de forma previa, expresa y concreta con anterioridad al inicio de éste, el cual se produce en el momento en el que el arrendador acepta efectuar de forma expresa el trayecto, de acuerdo con el tiempo de antelación mínimo al inicio de la ejecución del servicio que en todo caso será de un mínimo de 60 minutos.
Es decir, del mínimo del cuarto de hora catalán pasaríamos a un mínimo de una hora, abriendo la puerta a que los municipios realicen modificaciones, pero solo para aumentar: "Los municipios serán competentes para establecer o modificar aquellas condiciones de la contratación previa que consideren más convenientes. [...] Podrán aumentar ese intervalo de tiempo, con carácter general o en condiciones específicas, a los efectos de mejorar la movilidad interior de viajeros o a garantizar el efectivo control de la prestación de los servicios.
En el punto 2 llega otra medida polémica, relacionada con la captación. Los taxistas piden que las VTC no puedan circular en búsqueda de clientes ni estacionar en la vía pública. En el punto 3 se amplía, obligando a los vehículos a volver al lugar donde la empresa tenga una base:
Punto 2. Los vehículos dedicados a la actividad de arrendamiento con conductor no podrán, en ningún caso, circular por las vías públicas en busca de clientes ni permanecer estacionados en vía pública sin contrato u hoja de ruta.
Punto 3. Cuando los vehículos finalicen un servicio, en ningún caso podrán circular, ni estacionar por más tiempo del que se establezca por los Municipios mediante su normativa propia a los efectos de mejorar el control efectivo de la prohibición legal de captación inmediata. Los vehículos que no estén contratados deberán estacionar en el lugar donde la empresa tenga una base que será determinada por el domicilio de la autorización, o bien otro que el titular notifique a los Órganos competentes en materia de estacionamiento.
5 kilómetros de distancia mínima, la medida que podría limitar incluso más que la precontratación
Este trayecto tan común no podría realizarse con las medidas que el sector del taxi quiere establecer a las VTC.
Pero quizá la medida más negativa para los conductores de VTC sea que la distancia mínima del servicio que ofrezcan tendrá que ser de 5 kilómetros, algo que se controlará mediante un registro electrónico. En ciudades grandes 5 kilómetros pueden ser corrientes en algún caso, pero en ciudades algo más pequeñas como Sevilla, muchos trayectos no podrían hacerse. Así lo recogen, y como en otros casos, podrá ampliarse:
Punto 4. Los vehículos de arrendamiento con conductor solo realizarán servicios con un recorrido mínimo de 5 kms que los Municipios podrán ampliar en sus normativas municipales, en función de las características de población, tamaño y necesidades del servicio.
Como ocurrió en Barcelona, el taxi también pide que las VTC se desprendan de lo que les hizo nacer, la geolocalización. No tienen que desprenderse del GPS, pero no podrán conocer la ubicación de los usuarios a transportar antes de aceptar recogerle. De esta manera, el sector del taxi quiere evitar que las VTC eviten captar por cercanía a cada punto.
Punto 5. En las app utilizadas para la contratación previa de servicios no podrán aparecer geolocalizados los vehículos hasta que el arrendador acepte efectuar de forma expresa el trayecto.
Habrá que esperar a ver qué respuesta dan Comunidad de Madrid y Ayuntamiento, pero, aunque sólo sea por las denuncias a las que se exponen, como informó Garrido, parece poco probable que sea positiva, porque "las multas milmillonarias a las que se enfrenta Cataluña llevarían a la quiebra a cualquier comunidad autónoma".
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