La espina que se ha clavado en el injusto y confiscatorio canon digital es realmente un aguijón que le clavan una y otra vez los abogados de los pequeños empresarios valientes que desprecia el gobierno. Sebastián, ya lo sabes, es más de reunirse con la CEOE (Ametic en este caso), menudo es él, que hasta les grita ¡Vivan los novios! mientras estos le piden más ayudas para avanzar.
Además para mayor vergüenza y descaro han nombrado a un alto cargo de la SGAE (y hombre de Narcís Serra – como Serrano – cuando el escándalo de las escuchas del CESID) para negociar en nombre del gobierno y de Sinde, esa ministra que también fue DAMA antes de volver otra vez a la SGAE, broncas de familia sobre los cobros (la pasta) en el viejo tinglado de las sociedades de gestión, pero sobre todo fue “presidenta del Cine”, además de beneficiada del dinero de las subvenciones que sale fundamentalmente de lo que pagan los pequeños empresarios, autónomos y ciudadanos corrientes a los que Sebastián desprecia…
... y Sinde ni te cuento, que ella se reúne solo con los cuatro burgueses (son siempre los mismos, no tiene más amigos) que se ponen las botas y hasta arriba de insultar al personal en una deriva que más se parece a la de cierto canal de la TDT que ha concedido el gobierno a la derecha que está a la derecha de Federico Jiménez Losantos y que ensalza a Blas Piñar y desprecia a la mujer (por no hablar de los gays). Ahí si que hay un asunto, ese no es cosa de Sinde, que es cosa (como casi todo) de Sebastián y sus atildados ejecutivos .es (por España y Sebastián) menuda herencia nos dejan y la de pasta (tu dinero y el del autónomo que ha tenido que cerrar) que han repartido para mantener a los medios de papel (o amigos periodistas del pasillo del Congreso) en su transición al “internet”.
Pero una vez más, a pesar de sus esfuerzos, el dubitativo PP, los chanchullos, los insultos y derivas irracionales (hasta en PRISA piensan que se han vuelto locos), les llegan muy malas noticias de la Justicia (esa dama que se tapa los ojos al menos en Europa). Y es que para el Tribunal de Justicia de la UE no existe duda sobre la ilegalidad parcial del canon digital. En un auto de archivo que hemos conocido esta semana, el tribunal europeo reitera su sentencia (pdf) ante un juzgado de Santa Cruz de Tenerife que trata un caso similar al que enfrentó a la empresa informática Padawan con la SGAE.
Esta resolución, que se había mantenido oculta por parte de EGEDA, viene a reforzar, si cabe más, la postura de TODOSCONTRAELCANON, dando la razón a la ilicitud de tan denostado gravamen.
El tribunal europeo envió en noviembre una notificación de la sentencia sobre el canon al juzgado canario “solicitándole que le indicara si, a la vista de esta sentencia, deseaba mantener su petición de decisión prejudicial”, es decir, de consulta sobre la legalidad del canon de acuerdo con las directivas europeas, informan fuentes judiciales. El juzgado de Santa Cruz de Tenerife entendió así que el dictamen que cuestionaba la recaudación de la SGAE se aplicaba sin modificaciones a EGEDA, por lo que ahora tendrá que decidir, en base a ese texto, sobre las reivindicaciones de esta sociedad de productores.
La empresa Padawan, aún a la espera de que la Audiencia de Barcelona dicte sentencia, consideró un éxito que Luxemburgo remita al tribunal canario a la sentencia dictada en octubre. Recordamos que esta misma semana Industria y Cultura, Sebastián y Sinde, tanto monta, han mantenido una reunión con las sociedades de gestión y la Patronal, marginando a los pequeños y medianos empresarios (y a los usuarios) para estudiar los cambios a introducir para mantener con vida el canon. Reunión de pastores…
Un grupo parlamentario – que ve imposible resucitar el canon – y diversas asociaciones han pedido el reintegro por parte de las sociedades de gestión del dinero indebidamente cobrado, al igual que varios ayuntamientos de España.
Hace ahora un año la Comisión Nacional de la Competencia también dictó “sentencia“: las sociedades de gestión de derechos de autor en España funcionan en régimen de monopolio, en un mercado imperfecto cuya existencia perjudica tanto a creadores como a consumidores. Pasa el tiempo, siguen perjudicando a la nación.
Foto | Torchondo
