Anna Ardin, la mujer que ha denunciado a Julian Assange por violación, ¿una agente de la CIA?

Anna Ardin, la mujer que ha denunciado a Julian Assange por violación, ¿una agente de la CIA?
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La prensa sueca está reproduciendo la opinión de un experto militar sobre el “complot contra Assange”. “Se está siguiendo las instrucciones del manual de inteligencia”, ha detallado este experto. El periodista sueco Anders Jallai ha escrito que él cree en la inocencia de Assange y también en lo apuntado por el experto militar. Nación Red

Las especulaciones sobre el país – o Departamento de ese país – al que sirve Anna Ardin están en boca de “todos” desde hace meses pero ahora ya podemos quitar las comillas y escribir de todos. “Más que topo a las órdenes del James Jones de turno” sería, según las especulaciones que la detención de Assange ha expulsado a la superficie, una agente de campo de la CIA. Como en las películas. Como en la realidad.

“Todo fue muy extraño, cooperó con el Centro Olof Palme pero luego se dedicó a desprestigiar nuestro trabajo”. Olof Palme* y las sombras nunca identificadas. La Fiscalía de un país soberano sirviendo a los intereses de los americanos. Tráfico de armas… intereses comerciales y amenazas de muerte. “Temo por mi vida y la de mi familia”. El modelo sueco, el paraíso. Mundo feliz. Mentiras para sobrevivir. Mejor no “menearlo”. A vivir que son dos días. Mejor así. Saca la VISA, amigo.

De Anna Ardin nos contaron lo mismo que de Helmut Metzner, “se ha servido de nuestra red liberal para hacer espionaje al servicio de EE.UU”. No era una castrista precisamente quien mantiene esta tesis. Todo lo contrario. “Es lo de nuestro “amigo” Helmut. Lo mismo que XXXXXXXX”.

Según las especulaciones, de las que ya se hace eco en España el diario El Mundo, Anna Ardin, más que para un grupo u otro de la oposición a Castro (liberales de Montaner, socialistas o democratacristianos) trabajaría realmente como una de tantas agentes de la CIA, “intentando poner orden” en los partidos, ahora ilegales; vista puesta en el día que Cuba disfrute de una “democracia real” (Pannella, dixit).

De hecho Anna Ardin se presentó en ocasiones como una izquierdista que valoraba los avances sociales del castrismo pero que criticaba la falta de libertades. De la Unión Liberal Cubana al socialismo democrático, sin despeinarse. Esto le llamó la atención a un buen amigo que ha sufrido cárceles por defender la libertad en la isla bajo las botas militares de los hermanos Castro.

A pesar de sus vaivenes ideológicos – y los grupos antagónicos en los que se “infiltra” – fue recibida por la oposición de izquierdas, más bien se coló, para posteriormente promover (o impulsar) el partido socialdemócrata moderado en la órbita de la Internacional Socialista, “la Corriente Socialista Democrática Cubana, como la mejor opción entre los dos extremos claramente presentes: que Castro y su pandilla controlen Cuba o que lo haga los Estados Unidos”. Dejo escrito en algún sitio Anna. El representante de este partido “bien visto” por la denunciante de Assange tuvo la “suerte” de coincidir con Trinidad Jiménez.

A los historiadores e investigadores que han puesto especial énfasis en la historia reciente del PSOEde Suresnes al referéndum de la OTAN – les sonará todo esto. Antiamericanismo para ganar votos en la oposición y frenar a las izquierdas descontroladas. El manual. También un socialista honesto como Pablo Castellanos, estoy convencido, reconocerá esta estrategia cocinada en el Departamento de Estado de un país que no es el nuestro. “Esto me suena”, apuesto que dirá.

A estas horas, el nombre de Anna Ardin aparece vinculado a la CIA. En los medios oficiales cubanos sin matices. Poca credibilidad tiene el regimen castrista. Pero Nación Red, ahora que las especulaciones ya están en los titulares de los medios “serios”, puede aportar que esa acusación o reflexión la hacen también demócratas cubanos intachables, anticastristas que desde hace semanas vienen informando en privado de las andanzas, “más que evidentes” de la mujer que acusa de violación a Assange y que contactó con otra de las supuestamente “acosadas” para “ver” a Assange y presentar, ella también, una denuncia.

Las dos son activistas de un extraño grupo con apariencia sectaria que se define como feminista, cristiano, antiabortista y socialista. Hay algo más extraño que La Hermandad, que tanto recuerda al actual modelo socialista australiano, se trata de los mensajes que han desaparecido de twitter, más bien que Anna Ardin intentó borrar de la red.

En la red sigue su ficha de la Universidad de Uppsala como gerente de Igualdad. Hay que recordar que desde 2002 la embajada americana espiaba a ciudadanos suecos, elaborando con especial dedicación perfiles de jóvenes que participaban en festivales alternativos y de los manifestantes del 1 de mayo. También que Suecia, no España, es el país del mundo con mayor y mejor red de apoyo a la oposición a Castro. Algo que le honra, por cierto.

Precisamente desde la oposición democrática a Castro se acusa a Anna Ardin de desprestigiar a ciertos colectivos para beneficiar a otros. También se comenta que era demasiado “evidente” lo que hacía. Por lo delicado de la acusación, ¿violación?, muchos medios se “paralizaron”, nosotros también. Pero es indudable que el episodio que mantiene en una cárcel de Londres a Julian Assange va a desencadenar muchas noticias y reacciones. La más grave, probablemente, es la actuación de la Fiscalía sueca, dependiente del poder gubernamental. Lo grave no es que Paesa le haga algún trabajo a la CIA. Lo grave es que la Fiscalía trabaje para tapar los abusos de la CIA.

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Nota “histórica”: El Caso Olof Palme quedará prescrito el 28 de febrero de 2011, 25 años después del magnicidio todavía sin resolver. WikiLeaks no es un archivo como dice Urbaneja y el tertuliano de turno. WikiLeaks está preparado para investigar, para ello cuenta con periodistas de verdad. Si los prestigiosos medios no lo hacen. Ellos y la red de periodistas y ciudadanos libres lo hará. Aunque Assange y Manning sigan en la cárcel.

En Nación Red | Julian Assange ya está en prisión. Desestimada la libertad bajo fianza.

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