Es el resultado de una debacle del PSOE, más que de un éxito arrollador del PP, que apenas ha convencido a medio millón de votos más de los que Rajoy ya tuvo en 2008, cuando perdió. - Ignacio Escolar
El acertado análisis de Ignacio Escolar sobre el resultado del PP se refleja con toda intensidad en la perdida de votos que el propio Rajoy ha cosechado en Madrid. Un llamativo resultado que también se ha producido en circunscripciones tan importantes como Bizkaia o Valencia.
La injusta ley electoral (al PP un escaño le cuesta 58.000 votos y a UPyD 227.000) y el descalabro del PSOE, Rubalcaba ha hundido a los socialistas, han conformado una clara mayoría absoluta del PP (en escaños) aunque una gran mayoría de españoles, 25 millones de electores, no han votado al PP.
El PP se ha quedado muy por debajo de las expectativas, la gran mayoría de los analistas de la derecha, se entiende que muy bien informados, apostaban por los 200 escaños. Bien sea por las encuestas que vaticinaban 198 escaños, como la del diario El Mundo, bien sea por confundir los deseos con la realidad.
Al final el resultado ha sido muy abultado en lo que respecta a la distancia entre el primer partido y el segundo, pero muy limitado en número de votos si se compara con la gran mayoría de españoles que no han votado al PP.
Rajoy no ha conseguido una gran mayoría de votos del conjunto de los españoles. Esa realidad, que hoy se evita en la gran mayoría de medios tradicionales próximos a la partitocracia, no debe poner en cuestión, a pesar de la sensación de estafa que hoy tienen muchos españoles (en especial los votantes de IU y UPyD), la legitimidad formal de su mayoría absoluta, aunque no se corresponda, ni mucho menos, con la realidad de la calle.
"Vamos a elevar a la categoría política de normal lo que a nivel de calle es simplemente normal", fue la promesa de Adolfo Suárez cuando nadie creía en él. El ex presidente, con el paso del tiempo, se ha convertido en el político mejor valorado por los españoles. Ni el lobby de la SGAE (o del copyright), ni la injusta ley electoral tienen el apoyo de "la calle". Rajoy lo sabe, aunque no parece que quiera elevarlo a categoría política de normal. Pronto se sabrá.
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